Chávez, permanece vivo en el corazón de la juventud cubana
El soldado venezolano en cuya mente germinaron a temprana edad los ideales de Simón Bolívar, nació el 28 de julio de 1954 en un humilde poblado de Sabaneta de Barinas, Venezuela.
Hugo Rafael Chávez Frías, le puso su padre y su abuela, Rosa Inés, lo acogió a su regazo contándole historias de soldados descalzos y semidesnudos que peleaban grandes batallas para liberar a sus pueblos de la opresión.
En su hogar se cimentaron los valores patrióticos, humanistas, revolucionarios, altruistas e internacionalista. Su sed de justicia, igualdad e independencia lo convidaron a iniciarse en la carrera militar. Con apenas 21 años tomó su fusil y juró ser fiel a la Patria.
Después de cuatro años egresó de la academia militar con los grados de subteniente, por su vertiginoso desarrollo ascendió dentro del ejército y fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200).
Con su voz enardecedora enfrentó a la clase política corrupta que había dirigido el país, fundó organizaciones políticas y concientizó a su pueblo de que una Venezuela donde el derecho de todos cuente, era posible.
A la cabeza del Movimiento V República se convierte en presidente de Venezuela en diciembre de 1998 y durante dos fructíferos períodos de ocho años revolucionó la “Patria Grande” alfabetizando a su pueblo, mejorándole las condiciones de vida e impulsó el desarrollo económico del país.
El mejor amigo de Cuba, como calificó Fidel Castro Ruz al Comandante de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, cumpliría este 28 de julio 68 años sino hubiera pasado a la inmortalidad en su lucha por cumplir los sueños de El Libertador, Simón Bolívar.
Los pinos nuevos de nuestra Universidad recordarán siempre a ese entrañable revolucionario íntegro, fiel amigo de los cubanos, a ese héroe que surcó batallas contra acciones diseñadas desde Washington para subyugar a Venezuela.
Este hombre considerado como el defensor de los pobres, prevalece por sus ideas revolucionarias y emancipadoras del siglo XXI. Es un ejemplo latente para los jóvenes cubanos de estos tiempos que luchan por construir una Cuba más próspera, solidaria e independiente.