Juan Antonio Plasencia: “La paternidad siempre fue un sueño anhelado”
Con el privilegio y la responsabilidad de ser padre, Juan Antonio Plasencia Soler se levanta cada día inspirado en ser el mejor ejemplo para su hija y una fuente de amor sin medidas.
Este destacado investigador de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), se ha convertido en un hombre realizado desde que experimentó ese mundo lleno de amor que solo los padres saben regalar.
La paternidad siempre fue su sueño anhelado, pero cuando tuvo por primera vez al fruto de su amor entre sus brazos sintió que la vida le cambió por completo.
“Sofía es mi tesoro más preciado. Es el amor convertido en otras formas, nunca antes conocidas. Mi hija representa el deseo de llegar a la casa cada tarde, de vivir nuevas sensaciones y experiencias, las de un padre”.
“Mi esposa y yo nos dividimos las tareas domésticas. La cocina es mía, me gusta mucho cocinar, y no lo hago tan mal, eso lo heredé de mi madre. Sofía, por su parte, nos da la alegría y la motivación para seguir cumpliendo con nuestro proyecto familiar”.
El vicedecano de Investigación y Posgrado de la Facultad 3, recalca que su familia se fundó como consecuencia de la UCI, y se enorgullece de seguir formando parte de esta tropa de futuro.
“Arribé en el segundo año de vida de este centro académico, recién graduado de Ingeniería Industrial en la Universidad Central Marta Abreu de las Villas y con un manojo de sueños por cumplir”.
Este abnegado profesor titular que está al frente de un proyecto de I+D+i institucional, relacionado con la Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, está comprometido con la función de formar a jóvenes que tendrán la tarea de digitalizar nuestra Isla.
“Estoy muy orgulloso de que un grupo de estudiantes me agradezcan por lo aprendido en mis clases. No hay satisfacción mayor para un educador que verlos crecer como personas y futuros científicos”
En sus palabras se acrecienta el orgullo hacia todos los padres de nuestra casa de altos estudios y es un momento oportuno para reciprocar el cariño y la dedicación a esta importante figura de la familia.
“Mis padres Juan Antonio y Milagros son un ejemplo para mi vida, llevan juntos más de 40 años, y si hoy soy ingeniero, revolucionario y educador, se los debo a ellos, que me enseñaron a ser una persona de bien”.