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La M.Sc. Bárbara Laborí de la Nuez continúa formando jóvenes revolucionarios comprometidos con su momento histórico. Foto: Karel Valdés Montesino

Una fundadora a la altura de su momento histórico

Raudelis Sarmiento Villalón |
11 de Noviembre de 2022 / 2:00 pm
La M.Sc. Bárbara Laborí de la Nuez continúa formando jóvenes revolucionarios comprometidos con su momento histórico.

La M.Sc. Bárbara Laborí de la Nuez continúa formando jóvenes revolucionarios comprometidos con su momento histórico. Foto: Karel Valdés Montesino

Cuando su reloj biológico marcó la edad de jubilación, la M.Sc. Bárbara Laborí de la Nuez se recontrató en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), por su pasión por la enseñanza. 

Con más de tres décadas consagrada a la noble labor de educar la jefa de departamento de Sistemas Digitales de la Facultad 2 y de la comisión del programa de ciclo corto de Administración de Redes y Seguridad Informática (Arsi) atesora la distinción Rafael María de Mendive y la medalla José Tey. 

Por sus relevantes resultados académicos e investigativos ha puesto bien alto el nombre de nuestra alma mater en misiones internacionalistas en Venezuela, Angola y en su visita a Francia como colaboradora metodológica en los programas de ciclo corto.

Sobre su impronta en los estudiantes, compromiso en la formación de ingenieros y el significado de ser fundadora de este sueño de Fidel, dialogó con el portal de la Universidad.

¿Por qué decidió venir a formar a los jóvenes de futuro?

Formar parte de esa avanzada de profesores que salieron de sus centros laborales para hacer realidad este hermoso sueño de Fidel Castro Ruz, para mí fue un reto. 

Luego de 19 años de trabajo en la Universidad Tecnológica de La Habana "José Antonio Echeverría" (Cujae), fui seleccionada para venir a la UCI con el propósito de asesorar a los primeros profesores e impartir clase por un año. 

Ese primer año se fue volando y me quedé en esta Universidad. Cada día me fui embriagando de su espíritu, de sus constantes transformaciones, del entusiasmo de sus jóvenes y trabajadores.

¿Qué significa para usted ser fundadora?

Esta emblemática institución académica me hizo mejor persona y profesional. Me brindó la posibilidad de hacer cosas que jamás pensé realizar. Es mi segunda casa, me complementó toda mi formación profesional, le impregnó a mi vida ese espíritu de resiliencia y determinación.

Afronté esta tarea de choque con altruismo, pues era una obra creada por nuestro Comandante en Jefe y un Proyecto de Futuro para nuestra nación.

Haber formado parte del contingente de profesores que contribuyeron a la formación de profesionales en la rama de la Informática en esta institución, representa para mí orgullo y compromiso.

¿Cuánta añoranza siente de aquellos primeros años?

Añoro los docentes y laboratorios llenos de estudiantes a todas horas. El entusiasmo de la comunidad universitaria en las Series Nacionales de Béisbol, los festivales artísticos y deportivos.

La Universidad desde entonces ha sido la primera en todo. En actividades de apoyo a nuestra Revolución, en marchas, trabajos productivos y en la Batalla de Ideas jugó un papel decisivo. 

Extraño ese trabajo directo que realizaba el profesor con sus estudiantes, donde conocía sus problemas y contribuía a ayudarlos; las aulas llenas de alumnos de todas las regiones del país, con sus costumbres y culturas, pero con los mismos deseos de formarse como ingenieros en Ciencias Informáticas.

En estas dos décadas ¿Cuánto le ha aportado esta obra soñada por Fidel?

Este centro docente afianzó en nosotros un alto sentido de pertenencia, una mayor conciencia e influencia dentro del entorno académico.

Le agradezco a esta institución haberme nombrado jefa del programa de ciclo corto de Arsi y diseñar el plan de estudio de esta disciplina. También, me siento satisfecha y agradecida de contar con el reconocimiento por la calidad de nuestros graduados de Técnico Superior en Administración de Redes y Seguridad Informática.

Durante estos 20 años me he desempeñado como jefa de disciplina, de departamento, Decana y cuadro profesional administrativo. Siempre dando lo mejor de mí en cada tarea, en el aula y en el colectivo laboral.

A pesar de estar jubilada, continúo activa porque me siento útil, con salud y dispuesta a seguir apoyando en la formación de jóvenes revolucionarios comprometidos con su momento histórico y preparados para informatizar Cuba.

¿Cuál es la impronta que ha dejado en sus estudiantes?

Quiero mucho a mis alumnos. Los instruyo con amor para que sean hombres y mujeres integrales, con buenos gustos estéticos, cultura general y los insto a trabajar en función de la Revolución.

Desde muy pequeña aprendí que el profesor juega un papel decisivo en la formación educacional y política de los estudiantes. Deseo que mis alumnos, de primer año de ciclo corto de Arsi, me recuerden como la primera profesora que los enseñó a convertirse en profesionales.

En síntesis ¿que representa la UCI para usted?

Nuestro centro de educación superior significa la otra parte de mi vida, es muy importante por todo lo que me ha aportado.

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