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Marcos Antonio Espinosa Blanco, alcanzó el Premio Estudiante Investigador del Citma. En esta misma categoría Viana Gabriela Jacomino Diaz y Cecilia de la Caridad González González, merecieron el galardón de mención. Foto: Cortesía del entrevistado

Marcos Antonio Espinosa Blanco: un apasionado de la ciencia en la UCI

Tania García Torres |
06 de Mayo de 2024 / 9:00 am
Marcos Antonio Espinosa Blanco, alcanzó el Premio Estudiante Investigador del Citma. En esta misma categoría Viana Gabriela Jacomino Diaz y Cecilia de la Caridad González González, merecieron el galardón de mención. Foto: Cortesía del entrevistado

Marcos Antonio Espinosa Blanco, alcanzó el Premio Estudiante Investigador del Citma. En esta misma categoría Viana Gabriela Jacomino Diaz y Cecilia de la Caridad González González, merecieron el galardón de mención. Foto: Cortesía del entrevistado

El progreso del quehacer investigativo de los estudiantes de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), fue laureado recientemente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma).

Una prueba de ello la dio Marcos Antonio Espinosa Blanco, quien alcanzó el Premio Estudiante Investigador del Citma. En esta misma categoría Viana Gabriela Jacomino Díaz y Cecilia de la Caridad González González, merecieron el galardón de mención.  

En esta ocasión dedicamos nuestro espacio de historias de vida al egresado de ingeniería en Bioinformática por la Facultad de Ciencias y Tecnologías Computacionales (Citec) de nuestra casa de altos estudios.

Obtener medallas de plata y bronce en concursos de conocimientos nacionales de Matemática, en onceno y duodécimo grados, le valieron a Espinosa Blanco el otorgamiento de la carrera en Ingeniería en Bioinformática.

Así como supo que estudiaría en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Silberto Álvarez Aroche de Bayamo en Granma, desde la enseñanza primaria, Marcos acogió la investigación con el mismo interés que escudriñó las Matemáticas, la Física y la Biología. 

Momento que probó su devoción por la investigación científica resultó el período pandémico de la COVID-19 en el cual se incorporó a la pesquisa y a la investigación de campo.

“Empecé en una investigación sobre el estudio sociodemográfico nacional que tenía la intención de medir cómo influían los diferentes factores sociales en la pandemia de COVID-19. Además de trabajar en la parte de la planificación, de la base de datos, también tuve la oportunidad de entrevistarme con personas para obtener los datos que se requerían”. Eso fue también- resaltó- una experiencia muy positiva. 

La vinculación del joven manzanillero a proyectos científico estudiantiles y al movimiento de Programación Competitiva desde los primeros años en la Universidad, puso alas a su pasión.

En tercer año se adentró en la Bioinformática estructural y el desarrollo de aplicaciones móviles desde el Curso del Programa de Intercambio Latinoamericano (PILA) efectuado en universidades de Uruguay y México.

Relata la importancia de su principal investigación con dos especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), entre ellos la doctora en ciencias Arilis Rodríguez Ulloa, tutora principal de su tesis.

 “El objetivo de la investigación -que comenzó en poco más de año medio y aún está en curso- era caracterizar las proteínas que contiene el toxoide tetánico cubano, compuesto utilizado en vacunas de antígeno único para la prevención del tétano, la difteria, la tosferina, en vacunas conjugadas como la Soberana 02.

“La idea era caracterizarlo con otros compuestos similares que se han desarrollado en el mundo con el fin de aumentar la validez de ese fármaco en el mercado internacional y dar pie a investigaciones futuras en función de mejorar u optimizar el compuesto”.

El joven, a quien eximieron del ejercicio de culminación de estudios por su trayectoria en investigación y resultados académicos, confiesa que los concursos de Matemática desde el IPVCE, el interactuar con el entrenador y los concursantes, modificaron su manera de pensar.

“Uno empieza a dudarlo todo e intentar buscar un porqué. Creo que es una de las cosas que más me ha servido en la carrera y en la vida de manera general. Me ayudó a saber estudiar”.

Si hay algo en lo que insistió este Premio del Citma 2024 en la categoría de Estudiante Investigador es en lo que debe tener cada investigador, en las ganas sanas de saber.

“La mayoría de las veces un científico e investigador, está haciendo esa labor porque le gusta. Tiene que gustarte ese mundo”, recalcó Marcos Antonio Espinosa Blanco, al tiempo que reconoció las posibilidades y ventajas que brinda esta Universidad en la vinculación a proyectos reales en el entorno docencia, producción e investigación.

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