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Uno de los regalos más hermosos que puede recibir una mujer es la maternidad. Esa gestación, que alegra y transforma siempre deja una huella indescriptible.

De ese amor, casi insuperable, del nacimiento de los hijos, la importancia de la crianza y la relación entre madre e hijos, nos cuentan algunos trabajadores de esta casa de altos estudios, a propósito de la celebración del Día de las Madres en Cuba, este domingo 8 de mayo, como cada segundo domingo del mes.

Regla Aida Valdés Rivero dio a luz dos hijos, una hembra y un varón que son “lo más lindo que me ha dado la vida”. Habla de sus nietos y parece que danzan sus ojos. “Disfruto de ese amor, revela, que me ha colmado para siempre”. 

Para la joven Adriana Acosta Johnston, sin hijos aún, su madre es amiga, su jefa. “No hay nadie mejor que ella para lo que sea, afirma la economista. 

“Mi madre es mi vida; la razón de levantarme todos los días”, expresó el joven ingeniero informático José Castellanos.

Mercedes Acosta Herrera ya peina canas, pero transmite una jovialidad de admirar. En su experiencia como bibliotecaria y madre marca algunas pautas en la crianza de los hijos: 

“Traer un hijo al mundo es una bendición, consideró, pero es fundamental educarlos sin sobreprotección”. Hay que hablar con los hijos, aconsejó, distribuir las tareas de la casa. Diles que lean, pero no les leas el libro”, apuntó con su singular carisma. 

Para Yailín Simón Mir, el amor de madre ha sido algo nuevo. Esta joven profesora confiesa que ha descubierto sentimientos nuevos en la maternidad. “Disfruten ser madres y no quieran ser perfectas, den mucho amor a pesar del agotamiento”, opinó Simón Mir.

Este domingo, Día de las Madres, deseamos un día especial a todas las féminas y madres cubanas, en particular a las de nuestra Universidad de las Ciencias Informáticas.

Muchas felicidades reciban, por su amor, valentía y defensa de los logros de la Revolución y por su actuar consecuente en la transformación de la sociedad en que vivimos y anhelamos.