Díaz-Canel: En paz, en el presente y el futuro, Cuba vive y vivirá
Cómo Cuba completará, a partir del próximo lunes, el retorno a la nueva normalidad, y qué condiciones lo permiten, fueron temas centrales de la comparecencia televisiva que en la noche de ayer ofreció a la nación el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Al iniciar su intervención, el Jefe de Estado hizo alusión a los dos años de cierre y de restricciones vividos por los cubanos frente al SARS-COV-2, con situaciones y momentos muy duros, con pérdidas dolorosas, «pero nos vamos levantando», aseguró.
«Estamos en un momento en que realmente vamos controlando la pandemia y nos va abriendo perspectivas de cómo el país puede retomar su curso, su ritmo y su estabilidad», añadió.
De igual modo, el mandatario recordó que, desde el inicio del enfrentamiento a la pandemia, se pronosticó que dicha batalla sería una carrera de fondo y de resistencia. «Si hubiéramos sido un pueblo débil nos hubiéramos rendido, pero realmente en Cuba no hay espacio para la rendición; con un pueblo como el de Cuba no hay rendición posible», afirmó.
«Por ese espíritu, por ese esfuerzo y por ese compromiso compartido es que hoy podemos hablar de resultados, y podemos hacer un alto para hacer un recuento, y también para homenajear y reconocer», resaltó.
Dijo que el homenaje tendría que comenzar, en primer lugar, por los más de 8 270 compatriotas cuyas vidas nos arrebató la COVID-19, «y con esto quiero expresar nuestras condolencias a familiares y amigos. Todos hemos perdido a un ser querido en esta pandemia, pero también entre todos nos levantamos a trabajar para que nadie más muriera y, sobre todo, para que en todo lo posible las muertes fueran las mínimas», subrayó Díaz-Canel.
También, señaló, hay que homenajear a los que murieron investigando y brindando asistencia médica, en lo que serían sus trincheras en esos momentos, «y a ellos debemos dedicarles el triunfo de la ciencia y de la salud sobre ese enemigo desconocido que se ha cobrado ya más de cinco millones de vidas en todo el mundo».
Es por ello, aseveró Díaz-Canel, que «Cuba merece una celebración. Una celebración ajustada a la normalidad nueva, pero una celebración digna del esfuerzo, de la disciplina, de la participación y de la contribución de la inmensa mayoría de nuestro pueblo, para que pudiéramos llegar a este momento».
Asimismo, destacó que todo lo que ha enfrentado nuestra nación ha tenido, como un elemento adicional de mucho rigor, la cruel y criminal política del imperialismo yanqui contra Cuba, que trató de aprovechar este momento, en el que también existieron incertidumbres, para apretar todas las tuercas del bloqueo, y difamar y calumniar.
«Nos han querido presentar como un Estado fallido; como un Gobierno que no podía, junto a su pueblo, sobrepasar esta situación, pero como decía José Martí: no hay proa que taje una nube de ideas», expresó el Presidente.
«Precisamente defendiendo esas ideas es que nuestro pueblo se ha venido sobreponiendo, y se abren luces, se abren esperanzas, se abren caminos para continuar adelante», añadió.
«Nosotros tenemos que tener la convicción de que no se reciben premios por desafiar a un imperio. Todo lo contrario. En ese desafío constante contra un imperio que nos quiere desaparecer como nación se reciben amenazas constantes, y como Revolución se reciben campañas, amenazas, prohibiciones y castigos», detalló.
En estas condiciones, aclaró Díaz-Canel, hemos recibido un bloqueo totalmente recrudecido. «Es por eso que, independientemente de que el bloqueo exista, estamos obligados a saltar por encima de él con nuestras propias fuerzas».
«Esa sería la manera de defender la Patria. La Patria es lo que nuestros padres nos dejaron como herencia, y esa no es una herencia material ni de riqueza, es una herencia de compromiso, que nos obliga a juntos escalar montañas», precisó.
Ante esta realidad, el Presidente aseguró, además, que «en un momento como este podemos declarar que estamos llegando a uno de los picos de esas montañas y, por lo tanto, este es también un tiempo de cosechas, a partir de lo que hemos sembrado con ese esfuerzo, con esas realizaciones, con ese empeño».
HAY CONTROL DE LA PANDEMIA EN CUBA
La periodista Angélica Paredes, del Sistema de la radio cubana, abrió la ronda de preguntas, con dos interrogantes que de alguna manera nos hemos planteado la mayoría de los cubanos: «Se puede afirmar que en estos momentos hay un control de la epidemia en Cuba? ¿Qué garantías existen de que no tengamos que enfrentar otros picos pandémicos tan duros como los que hemos vivido en estos últimos meses?».
El Presidente de la República aseguró que los resultados que hoy se evidencian en el enfrentamiento al nuevo coronavirus conducen a la afirmación de que sí tenemos control de la enfermedad.
No obstante, advirtió que la pandemia no ha finalizado. Por tanto, tenemos que saber convivir con ella.
Apoyado en varios gráficos sobre el comportamiento de la COVID-19, el mandatario recordó que el país había logrado mantener la enfermedad en niveles muy bajos de incidencia, a partir del perfeccionamiento y la actualización de nuestros protocolos, y la introducción de los primeros medicamentos biotecnológicos logrados por los científicos.
Fue en ese contexto que, a finales de 2020, se aspiró a entrar en la nueva normalidad y el país abrió sus fronteras. Sin embargo, se recibió un flujo elevado de cubanos residentes en el exterior o que estaban de visita en naciones en las que había un alto nivel de transmisión, y también lo hizo un grupo considerable de turistas, rememoró.
«La magnitud de los ingresos de personas en ese momento no nos permitía ubicarlos a todos en centros de aislamiento, porque sobrepasaba las capacidades y tuvieron que ir a la cuarentena domiciliaria. Y hay que reconocer críticamente que no siempre se cumplieron todas las medidas que habíamos establecido. No fue efectivo ese ingreso domiciliario, y ahí empezó a manifestarse una transmisión que era totalmente diferente a la que existió», aseveró.
Ello, unido a las cepas más agresivas que comenzaron a circular, provocó un escenario cada vez más complejo, en el que nuestros científicos todavía se encontraban en la etapa de investigación y ensayo clínico de las vacunas.
Díaz-Canel se refirió al papel decisivo que ha tenido la vacunación, primero en grupos y comunidades de riesgo, y luego de forma masiva, en la contención de la epidemia y la reducción de la incidencia a niveles comparables a los que existían en el mes de enero.
Mediante varios gráficos, el Primer Secretario del Comité Central del Partido detalló la manera en que ha ido evolucionando el comportamiento de la enfermedad, con una significativa disminución de las cifras de casos diarios y de personas fallecidas en las últimas semanas.
Además, aseguró que, en comparación con el resto del mundo, y con la región de las Américas, la situación del país es más favorable.
Hoy los pacientes activos en el mundo representan un 7,47 % de todos los que se han registrado; en el área de las Américas, un 10,89 %; y en Cuba son solo el 0,22 % de los casos. Por lo tanto, se observa que nuestro país tiene mejor control de la pandemia del que pueda existir en el mundo y en la región, afirmó.
Otro indicador sobre el que Díaz-Canel llamó la atención fue el de la letalidad, o sea, los fallecimientos en relación con los casos positivos, que en el mundo se comporta al 2,01 %; en el área de las Américas, al 2,44 %; y que en Cuba en estos momentos es de 0,86 %, «y continúa disminuyendo».
«Esto significa que en las condiciones en que se ha enfrentado la pandemia, con todas las problemáticas conocidas y reforzadas por el bloqueo yanqui contra Cuba, si nosotros no hubiéramos logrado el control de la enfermedad a partir de los resultados de nuestras vacunas y los protocolos creados, tuviéramos una letalidad dos a tres veces superior a la que hoy tenemos», refirió el mandatario.
«Esos son resultados que reconocen la labor que se ha realizado por parte del sistema de Salud, de los científicos, y de la participación de todo nuestro pueblo», expresó Díaz-Canel.
En otro momento de su intervención, señaló que, independientemente de estos logros, ahora estamos desafiados a aprender a convivir con la COVID-19, enfermedad que no va a desaparecer en un plazo breve.
Para ello, destacó, nos hemos preparado durante casi dos años, tenemos aprendizajes, se ha consolidado un método cubano de ciencia e innovación que nos ha permitido llegar hasta aquí, el cual continúa perfeccionándose.
Resaltó también que, en el transcurso de la pandemia, ese sistema de gestión primero estuvo centrado en aprender de la enfermedad y establecer las secuencias más robustas posibles, así como los protocolos de atención a los pacientes, además de enfocarse en cortar la transmisión y en los diferentes pasos que llevaron a la obtención de las vacunas cubanas.
Igualmente, de suma importancia han sido los estudios realizados para mejorar la calidad de vida de los convalecientes, y también la proyección de cómo atender esta situación en el caso de personas y comunidades vulnerables, expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido.
Al abundar en el tema, dijo que una de las cosas más destacables, y que hoy es motivo de orgullo nacional, es la soberanía que nos dieron nuestras vacunas, lo que nos ha permitido tener hoy, con vacunación completa, a más del 70 % de nuestra población, y más del 90 % con al menos una dosis.
En comparación con otros países, a pesar de que entramos a la vacunación un poco más tarde, por razones conocidas, hoy ocupamos el lugar 33 en el mundo por el porciento de población vacunada totalmente. Sin embargo, mientras Cuba crece un 4,4 % cada semana en cuanto a personas inmunizadas, otros países lo hacen entre un 0,3 y un 2 %, lo que evidencia que vamos sacando una ventaja en ese asunto, reflexionó el Jefe de Estado.
Hay otros elementos que nos han dado fortalezas, señaló. «Han sido creados laboratorios de estudios moleculares en todas las provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud; se han desarrollado nuevos medicamentos, han sido aplicados fármacos que ya tenían resultados en el tratamiento de otras enfermedades, y se han creado equipos y dispositivos fabricados por nuestros científicos como los ventiladores pulmonares».
La única garantía de mantener la situación bajo control, reflexionó, es cuidar nuestro comportamiento, y la responsabilidad de que seamos capaces de compartir, en lo individual, lo familiar, lo social, lo institucional y lo colectivo; que sepamos estar a la altura del desafío que significa pasar a la nueva normalidad que nos permita retomar la vida del país con seguridad, con sostenibilidad.
Hace unos días, recordó, reconocimos a los científicos creadores de la vacuna, y en un momento como este le debemos un premio a la heroicidad y a la dignidad del pueblo cubano.
«Estamos vacunados, estamos inmunizados, vamos ahora al refuerzo, tenemos más experiencia y aprendizaje, tenemos un sistema de trabajo robusto que estamos perfeccionando», dijo.
«Ahora, no podemos confiarnos ni relajarnos. El reto de abrir las fronteras y de aceptar el arribo de familiares, turistas y la posibilidad de celebra el fin de año y el aniversario del triunfo de la Revolución, tenemos que hacerlo con total responsabilidad para no retroceder.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE IR A LA DOSIS DE REFUERZO?
A renglón seguido, y ante la pregunta que se hacen algunos sobre el porqué de la dosis de refuerzo, el Jefe de Estado explicó que se trata sencillamente de una capacidad de sostenibilidad que tiene el país.
Llamó la atención acerca de un aspecto esencial, y es que no podemos olvidar, dijo, «que el desarrollo de la vacunación en Cuba fue un sistema por etapas, que empezó por una etapa de investigación científica para llegar a la creación de las vacunas».
Agregó que «después fue a los ensayos clínicos necesarios para comprobar la seguridad de esas vacunas, más tarde pasamos a los estudios de intervención, y con los resultados de estos, y la aprobación del Cecmed, pudimos ir a las intervenciones en grupos y territorios de riesgo. Finalmente, con esos resultados, entramos en la vacunación masiva».
En ese contexto, destacó que no toda la población se vacunó de golpe, que fue en diferentes momentos, de modo que hay personas con cuatro y cinco meses de vacunadas, inclusive algunas hasta seis meses, y otras que no han completado el esquema.
«Eso nos da en el tiempo una distribución de vacunación que no ha sido uniforme, es decir, tenemos a personas con más tiempo de vacunadas y otras con menos tiempo».
¿Qué tendencia hay en el mundo de la investigación científica en estos momentos?, se preguntó el Primer Secretario del Partido.
Dijo que, con la aparición de cepas más agresivas, varios países han realizado estudios que determinan la importancia de las dosis de refuerzo para que sus vacunas puedan mantener niveles de inmunización altos.
Aclaró que esa situación no se da únicamente con las vacunas de la COVID, pues hay otras que se reactivan cada cierto tiempo. Por lo tanto, a nivel mundial hay una tendencia a ir a esas dosis de refuerzo, recalcó.
Reflexionó que los científicos cubanos, con quienes compartió en una sesión el pasado martes, sostienen la alta efectividad de las vacunas cubanas, pero también plantean que, tomando en cuenta las tendencias internacionales y la efectividad nuestra, el hecho de que no podemos retroceder, y de que tenemos a la gente vacunada en diferentes momentos, es importante entonces ir a dosis de refuerzo.
Y lo podemos hacer, insistió Díaz-Canel, «porque tenemos nuestras vacunas, y, en segundo término, porque estas han demostrado que son seguras y nos han dado inmunidad, y ahora queremos prolongar esa inmunización para evitar los brotes pandémicos».
Para los científicos cubanos, significó, hay todo un grupo de posibilidades y de variantes de dosis de refuerzo, que ellos explicaron y demostraron en esa sesión científica.
Recordó que se están desarrollando todavía los ensayos clínicos y las pruebas de un quinto candidato vacunal: Mambisa, que viene con muy buenas perspectivas, y cuyos resultados previos exhiben excelentes posibilidades de que puede ser utilizado con efectividad como dosis de refuerzo, destacó.
«De manera que, con todas esas posibilidades, se justifica ir a la dosis de refuerzo, tomando en cuenta las tendencias internacionales, nuestros estudios científicos y nuestras capacidades, y el anhelo de no retroceder».
CUBA SE VOLCÓ A SALVAR VIDAS
En otro momento de su comparecencia, el Jefe de Estado ratificó el esfuerzo descomunal que ha tenido que hacer el país, y cómo, en medio de una situación económica tan compleja, Cuba se volcó, sobre todo, a salvar vidas.
A propósito, recalcó que al inicio de la COVID-19 se expuso con toda sinceridad la complejidad de esa situación.
En aquel momento, recordó, adelantámos que el país disminuiría sus ingresos y que, por lo tanto, íbamos a tener desabastecimientos.
Anunciamos que se iba a paralizar el turismo, y dejaríamos de recibir los ingresos que genera ese sector. Nosotros llegamos a recibir más de cuatro millones de turistas en un año, recordó.
Hablamos, además, de las contracciones extranjeras, y de nuestras exportaciones e importaciones, y de las dificultades que íbamos a tener con los procesos productivos, y que se iban a ralentizar los procesos de la economía y de los servicios, y dentro de esos, el turismo.
Al meditar sobre este impacto, dijo que en esas condiciones excepcionales por las que ha transitado nuestra economía, el país dejó de recibir en año y medio más de 3 000 millones de dólares por concepto de ingresos.
«Habría que ver qué cosas estarían hoy distintas si hubiéramos contado con esos ingresos, pero, además, con los pocos que recibimos, una parte importante los tuvimos que utilizar precisamente en salvar vidas».
Informó que más de 300 millones de dólares se han dedicado a cubrir los gastos de aseguramientos al enfrentamiento a la COVID.
En medio de todo eso, hemos expresado la voluntad para seguir proponiendo acciones que complementen la estrategia económica y social que se diseñó precisamente para enfrentar la crisis global, que es multidimensional y multifactorial.
NUESTRA ECONOMÍA SE IRÁ RECUPERANDO
El mandatario cubano manifestó su confianza de que, con la entrada a la nueva normalidad, indudablemente nuestra economía se irá recuperando. «Y se irá recuperando en condiciones también de nuevas capacidades, porque en medio de toda esta circunstancia hemos aprobado los nuevos actores económicos», acotó.
Apreció que está fluyendo –con un buen ritmo– la aprobación de las nuevas formas de gestión, tanto en lo estatal como en lo no estatal; y, por tanto, ese entramado de ambas formas, en un tiempo más cercano que tarde, irá también dando una dinámica en la oferta de servicios a nuestra población.
En esta recuperación económica, el turismo juega un papel fundamental, aseguró, porque mediante este se abre el resto de la economía, por su función de locomotora, «y ahora contará incluso con más potencialidades, porque encadenará más formas de gestión, tanto estatal como no estatal», sostuvo.
Díaz-Canel remarcó que, cuando tenemos ingresos por el turismo, el país tiene más aire, más oxígeno para avanzar en la economía. No por gusto el imperio ha atacado el sector como una de nuestras actividades económicas cuyo perjuicio provoca afectación, subrayó.
En medio de esta situación, debemos reconocer que, en la economía, al tener menos ingresos, al tener menos cubierta la demanda de la población, al tener un mercado ilegal de divisas que está provocando una tasa de cambio muy por encima de la tasa de cambio oficial, nos ha provocado un fenómeno de inflación, en torno al cual se están haciendo estudios y también vamos a vencer ese reto, enfatizó.
A renglón seguido, manifestó que, en estas condiciones de la nueva normalidad, y con toda la preparación que se ha hecho, estamos esperando que haya un mayor arribo de turistas que, incluso, lo pronosticado inicialmente.
Consideró que la manera en que se están moviendo los turoperadores, las agencias de viaje y también las compañías aéreas, indica que, a partir del día 15 de noviembre, habrá secuencias de vuelo que superán el medio centenar por semana.
Adelantó que la tendencia es al incremento a lo largo del propio mes, para alcanzar niveles más altos en diciembre y en el mes de enero de 2022.
En cuanto a lo que queda de año, debemos recibir una cifra de turistas, en mes y medio, que constituye casi el 50 % de lo recibido en todo el año en las condiciones pandémicas, enfatizó.
Si bien expresó el vaticinio de la existencia de una expansión inmediata de turismo, no será el mismo caso para una inmediata recuperación general del sector, pues Cuba contaba con cifras cercanas a los 4,5 millones de visitantes al año.
No obstante –expresó–, se trata de un buen comienzo, y está por encima de las expectativas fraguadas ante la contracción de la economía mundial y la difícil situación que todavía se registra con la COVID-19 en un grupo de países originarios de turismo hacia Cuba.
SI UN TURISTA QUIERE VACUNARSE, PODRÁ HACERLO
En respuesta a una pregunta de la periodista Arleen Rodríguez Derivet, el Primer Secretario del Partido dio a conocer que, si un turista quiere vacunarse, podrá hacerlo, y aseguró que, para ello, están previstos todos los diseños, incluso, para quienes lleguen con un tiempo prolongado y deseen vacunarse en Cuba, tendrán esa oportunidad.
Precisó que, para quienes no pueden completarlo, debido al tiempo que permanecerán en la Isla y los intervalos necesarios entre las dosis, se les aplicará la primera de estas y las restantes se las llevará, con todas las indicaciones y metodología requeridas.
Reveló que ya se ha anunciado que existen grupos de turistas quienes, además de pasar una estancia en el país, vienen con el objetivo de vacunarse y poder aprovechar la seguridad brindada por los inyectables cubanos.
Recordó que, a través del segmento pandémico, el sector no estuvo detenido pues, pese al limitado arribo de visitantes, el tiempo fue empleado para trabajar en la recuperación de la planta hotelera y hubo un esfuerzo tremendo para crear capacidades y mejores condiciones de las instalaciones.
Los turistas que arriben a Cuba encontrarán un país en paz, un país solidario, una isla hermosa y entrañable, un pueblo amable; y podrán apreciar una Cuba que vive, una Cuba donde se vive con seguridad, señaló Díaz-Canel.
Anunció que este, y otros temas relacionados, van a abordarse de una manera más profunda, más detallada, en una comparecencia de prensa encabezada por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz y otro grupo de dirigentes vinculados, a los temas económicos.
EN LA TRANSFORMACIÓN DE LOS BARRIOS SE TRATA DE RESPETAR LO QUE PROPONEN LOS VECINOS
Al responder una pregunta sobre cómo lograr sostenibilidad y sistematicidad en la transformación de los barrios, de las experiencias como las que iniciaron en La Habana, con la transformación de más de 60 comunidades con problemas acumulados, el mandatario comentó que la idea es expandir ese trabajo.
«Hay que hacer las transformaciones sostenibles y sistemáticas, pese a que han existido insatisfacciones en el trabajo, realidad que calificó como momentos de alza y de menos intensidad.
Reconoció que, en medio de todo el trabajo, han existido líderes de proyectos comunitarios que se han mantenido estables y han sido nichos de experiencia, como en San Isidro, «donde aprendimos mucho», dijo.
«La sostenibilidad estará en la misma medida en que nos vayamos afianzando en todo un grupo de conceptos que estamos defendiendo con este trabajo: primero el concepto del ejercicio del poder popular, como parte de nuestro sistema político en la construcción socialista, en que los ciudadanos puedan debatir y plantear sus preocupaciones y motivaciones, y puedan proponer soluciones.
«Que exista también un momento en el cual se pueda implementar esas propuestas, y exista un momento donde haya rendición de cuenta y control popular sobre lo que se hace, con un papel activo de los delegados del Poder Popular, los representantes del pueblo que participa, directa e indirectamente, a través de la gestión del delegado, de las comisiones, y a través de las asambleas municipales del Poder Popular».
Los vecinos tienen la capacidad de definir prioridades y la gente va trabajando para que haya sostenibilidad, apoyados en momentos de democracia y de participación popular, que convierte a los beneficiarios en protagonistas del cambio de la transformación en el barrio.
Al referirse al impacto de la pandemia, dijo que paralizó proyectos de trabajo en los barrios, y ante esa realidad se ha pedido que las empresas, las instituciones públicas y estales en cada territorio, y los organismos de la Administración Central del Estado, en el caso particular de La Habana, participen en ese proceso, como parte de la responsabilidad social que debe tener todo el sistema institucional y de actores económicos.
Eso va construyendo, definió, una sensibilidad en esas instituciones, en esos colectivos de trabajadores y dirigentes, sobre las problemáticas del barrio, y habrá una proyección más intensa e intencionada.
Aclaró que no se trata de intervenir el barrio; se trata de respetar lo que el barrio propone, y para ello será primordial la descentralización de un grupo de competencias hacia los municipios, para que puedan ejercer la autonomía de gobierno que les reconoce la Constitución de la República.
«Tenemos que darles un nuevo enfoque a los presupuestos municipales, para que en los presupuestos estén contenidos recursos que faciliten extender las acciones a los barrios, y que se conecte todo con la estrategia de desarrollo territorial que ha sido aprobada con los proyectos de desarrollo local y el fortalecimiento de los sistemas productivos locales.
Por ello, especificó, planteamos un redimensionamiento empresarial que propicie que más empresas estatales tengan subordinación municipal, para que cada territorio disponga de esas entidades estatales y actores económicos no estatales que puedan encadenarse y trabajar en función del desarrollo.
«El trabajo en los barrios llegó para quedarse, y tenemos que lograr la sostenibilidad articulando todos los elementos, para todos los días arrancarle pedazos a cada problema».
Precisó que es esencial el fortalecimiento de las vías de participación popular, principio que hace sostenible la Revolución.
CUIDAREMOS LA PAZ COMO CUIDAMOS A NUESTROS HIJOS
El Primer Secretario del Partido resaltó que se observa que hay toda una intención que trasciende lo mediático y que es parte de la estrategia imperial para tratar de destruir la Revolución Cubana, por lo que se ha tratado de construir sucesos como los del 11 de julio y como las provocaciones previstas para el 15 de noviembre.
«A nosotros eso no nos quita el sueño. Estamos tranquilos, atentos y alertas y, además, estamos preparados para defender la Revolución, para enfrentar cualquier acción injerencista contra el país, sobre todo, que atente contra la paz, la seguridad ciudadana y nuestro orden constitucional», recalcó.
Aseveró que debemos ver el futuro desde el presente, desde este momento que vamos a vivir con el regreso a la normalidad, que es posible por muchos hechos, entre los que destacó los resultados que vamos obteniendo en el enfrentamiento a la COVID con las vacunas, que a su vez nos permiten retomar la vida económica y social, la recuperación de la economía, la apertura del turismo internacional y el
reinicio del curso escolar con entusiasmo y alegría.
Hoy, dijo, estamos inaugurando la Bienal de La Habana, un importante evento cultural que nos quisieron masacrar. También resaltó que, en medio de la actual situación, logramos poner en marcha una instalación biotecnológica de alta tecnología como el CIGB-Mariel, inaugurado recientemente con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Otros hechos significativos, añadió, son los esfuerzos que se están haciendo en la preparación de la zafra azucarera, en la implementación de las medidas aprobadas para la autonomía empresarial y en mejorar la producción y comercialización de alimentos, y en la aplicación de un sistema de gestión de gobierno basado en la ciencia y la innovación, que ya va trasladando las experiencias adquiridas en el enfrentamiento a la COVID a otros ámbitos, y con expresiones en todos los organismos.
Hemos llevado ese sistema de gestión al sistema energético del país, a la producción de alimentos en diferentes esquemas. También se aprecia en la gestión de las leyes y normas jurídicas, en su proceso de creación normativa.
Al respecto, recordó que, recientemente, la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su último periodo de sesiones, aprobó cuatro leyes en defensa de los derechos de las personas, a lo que seguirá el debate del Código de las Familias, muy inclusivo, que multiplica la participación.
El futuro también se vislumbra, acotó, en la manera en que hemos hecho la planeación estratégica del desarrollo económico y social del país, tomando como marco los ejes estratégicos, llevando esos programas a proyectos en los que están involucradas instituciones científicas, expertos y académicos.
Todos estos hechos demuestran que el futuro del país es de esperanza, prosperidad y de Revolución, afirmó.
«Somos una nación de paz, somos rebeldes, inconformes, no toleramos lo mal hecho, hacemos la crítica en el lugar adecuado y habrá que hacer más crítica de todo cuanto hacemos mal, pero somos una nación de paz, de solidaridad, de amistad», acentuó.
«Y esa nación defiende un proyecto de una Revolución socialista, genuina, que no está clandestina en el poder; al contrario, está constantemente renovándose, perfeccionándose, con la voluntad de hacer lo mejor para el pueblo y tomando como base la participación del propio pueblo.
«Somos –proclamó– una Revolución consciente de que su ejemplo incomoda a quienes la adversan y, por lo tanto, somos una Revolución que no sobrevivirá –y eso debemos tenerlo claro– al error de descuidar su defensa.
Por eso, en este presente de la nueva normalidad, reafirmó que «vamos al Ejercicio Moncada, vamos al Día Nacional de la Defensa, pero con elementos genuinos de participación popular, a afianzar para mantener nuestra soberanía y nuestra independencia».
Aseveró que somos una Revolución abierta al diálogo, al debate y al perfeccionamiento de la sociedad. Tenemos una enorme voluntad, dijo, por seguir ampliando nuestra democracia, los espacios de debate y la participación de nuestros ciudadanos en función de la Revolución.
Aclaró, sin embargo, que somos una sociedad cerrada a la presión, al chantaje y a la injerencia extranjera.
«Desde ese presente que nos avizora el futuro –añadió Díaz-Canel–, Cuba vive y no es un milagro. Cuba está viviendo porque sus hijos quieren, y cada uno de nosotros es, entonces, responsable de construir el futuro de la Cuba a la que aspiramos».
Destacó que el país también coopera con los que menos tienen. Cuba salva vidas y no solo siente la responsabilidad y el compromiso de la solidaridad, sino que tiene un entusiasmo volcado a poder compartir nuestros saberes para también apoyar a los que más los necesitan en el mundo.
«Nuestra divisa –expresó– es la paz. Está planteado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz hace dos Congresos del Partido, que la paz, junto a la batalla ideológica y la batalla económica, son nuestras prioridades. La paz y la seguridad ciudadana son baluartes que nos distinguen en un entorno mundial que cada vez es más agresivo y más inseguro».
Por tanto, refirió, como parte de ese futuro, cuidaremos la paz como cuidamos a nuestros hijos. En paz hemos logrado las primeras vacunas latinoamericanas; en paz hemos inmunizado a casi el 100 % de nuestra población, incluyendo a nuestros niños y niñas; en paz las escuelas funcionan, y en paz iniciaremos el día 15 otra etapa del curso escolar; en paz nuestra economía se recuperará, y en paz continuaremos avanzando con la Estrategia económica y social.
«Tranquilos, atentos y seguros. En paz en el presente y en el futuro, Cuba vive y vivirá», aseguró el Primer Secretario del Comité Central del Partido, al concluir su intervención especial con motivo del paso del país a la nueva normalidad, de acuerdo con los niveles de control logrados sobre la pandemia de la COVID-19.
***Esta nota ha sido actualizada desde que publicamos el anuncio de la comparecencia, poco después del mediodía* Un equipo de nuestro diario siguió en vivo la transmisión realizada por los canales televisivos***