UCI

NoticiasTodas las noticias

Evelio Antonio (a la derecha) durante una de sus clases. Foto: Osmel Batista Tamarit. 

“Tenía percepción de lo que era, pero a mí me tocó vivirlo”

Tania García Torres |
05 de Noviembre de 2023 / 9:00 pm
Evelio Antonio (a la derecha) durante una de sus clases.

Evelio Antonio (a la derecha) durante una de sus clases. Foto: Osmel Batista Tamarit. 

Nadie llega a saber la verdad de algo hasta que lo conoce de cerca. De esa máxima dio fe recientemente Evelio Antonio Piedra Cueria. El estudiante de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), tuvo un encuentro con el bloqueo de Estados Unidos.

Quizás el estudiante del Curso por Encuentros (CPE), no se dio el susto del siglo. Pero sí afincó su convicción sobre la tierra cuando tropezó con el conflicto.  

Todo empezó un día habitual de su trabajo. Como coordinador del Grupo de Redes Sociales en la Dirección de Comunicación de la Universidad, tiene la costumbre de revisar lo que acontece diariamente en las universidades. Y en estas plataformas digitales halló la convocatoria de la discordia.

 

El alumno de quinto año de la carrera de Ciencias Informáticas (ICI), decidió entonces aplicar al Congreso Mundial de Investigación de Pregrado (WorldCUR) a celebrarse del 4 al 6 de abril de 2023 en la Universidad de Warwick de Reino Unido.

A los meses recibió por correo una carta de invitación que confirmó su asistencia al evento, el cual auspició dicha institución inglesa, clasificada como la cuarta mejor universidad del Reino Unido en cuanto a la calidad de la investigación.

“Ellos me iban a financiar todo. Me enviaron el cronograma del evento y luego se pondrían en contacto conmigo para el tema de visado y me enviarían los preboletos para el viaje”, relató Piedra Cueria.

Y comenzó a hacer los trámites. Pero cuando el apasionado de la informática intentó aplicar a la visa, sin beberla ni comerla, solo obtuvo el eco de más de seis décadas de trabas por respuesta:

“Lamentamos la situación porque su país, Cuba, se encuentra en una lista de sancionados por ser patrocinadores del terrorismo.

“Lo sentimos mucho -dijeron- pero el Departamento económico no puede usar esos fondos en un país que esté en esa lista”.

El joven guantanamero que profesa incondicional respaldo a la Revolución, intuyo que quedó como cuando le dicen a alguien “cierra la boca que te entrarán moscas”. En una frase, se quedó en el aire.

“Tenía percepción de lo que era el bloqueo, pero a mí me tocó vivirlo”, reveló el casi ingeniero que tiene claro sus horizontes. Estaba convencido, contó, que el bloqueo existía, pero nunca me había tocado vivirlo como algo personal. “El bloqueo existe de verdad, es real y nos limita en la formación profesional”, reprochó.

Y como un tren sin maquinista ni automático, el joven que siempre está en la primera fila de apoyo a los demás, relató el atropello:

“Lo vivimos los informáticos día a día cuando no podemos acceder a unos cuantos sitios. Nada más por ser cubanos dicen ‘a tu región está bloqueado este sitio’.

“El bloqueo nos limita de información, de proyectos que ya están avanzados en los que podemos aportar más como investigadores e informáticos.

“Nos afecta en la formación profesional, nos excluye de las comunidades y en el intercambio académico con estudiantes de otras regiones.

“Quisiera que le pusieran fin al bloqueo. Realmente es un obstáculo, no solo en el orden económico sino en todas las esferas”.

Pendía de un hilo la participación del estudiante de la UCI en el evento internacional para jóvenes investigadores de pregrado. Eso parecía. Hasta que los organizadores del evento, quienes mostraron interés por la investigación de Piedra, lo invitaron a presentarla de forma virtual.

El trabajo se enfocó en un algoritmo RGC conceptual de inteligencia artificial basado en la búsqueda de soluciones más acertadas.

Y aunque no disfrutó de la interacción personal con sus colegas, publicó su artículo en la revista Oxford.Y consiguió el reconocimiento y el certificado de participación.

“Siempre fue una experiencia buena, muy enriquecedora”, subrayó. “Nunca perdí la oportunidad de compartir”.

Una pregunta taladra el pensamiento con este hecho: ¿Los organizadores del evento no sabían desde un principio que el estudiante era cubano? ¿Por qué entonces o para qué demoraron en responderle? Quizás alguien sepa.

Lo cierto es que, este joven, quien venció los rudimentos técnicos de la Economía, optó por la carrera de Ingeniería Industrial y Medicina, e inclinó su derrotero por la Informática, cruzó por el río de las disculpas y no se anegó. Chocó con la muralla y no se amilanó.

Los ojos de la obcecación quedaron expuestos al desgaste y el reproche público este 1ro y 2 de noviembre en las Naciones Unidas. Mientras, la constancia y el rigor en la investigación, superaron una de las mayores pruebas de fuego que resiste la Isla hace más de seis décadas.

Y es que resulta innegable y atroz. El bloqueo estadounidense contra Cuba, como tendón de Aquiles, entorpece la superación académica y científica del estudiantado cubano. Se pretende privar a los impulsores del saber, de generar con sus estudios, cambios que impacten en cualquier área de la ciencia.

Que pongan fin a tamaño desafuero contra la Mayor de las Antillas, no solo lo desea Evelio. Ciento ochenta y siete naciones del mundo, también lo demandaron en la jornada de este 2 de noviembre. Aunque una de ellas se lavó las manos como Poncio Pilatos y otras dos, aplaudieron la brutalidad semejando la contemplación de la matanza de reos por los emperadores romanos en la antigüedad, el hielo de la barbarie se sigue derritiendo.

Noticias Relacionadas