Un diálogo que, ciertamente, valió la pena
Tener la oportunidad de compartir y reflexionar sobre temas de la contemporaneidad es siempre una experiencia inolvidable. Así sucede cada vez que tenemos la suerte de presenciar el discurso inteligente y bien concebido de alguien cuya sapiencia nos lleve a un peldaño superior en la escalada del conocimiento.
Manuel Calviño: Profesor Titular, Doctor en Ciencias Psicológicas y Máster en Comunicación, es uno de esos profesionales de la palabra cuya plática cercana, llena de frescura y perspicacia, es imposible no aprehender y disfrutar.
Afirmación esta que se hizo evidente cuando, en la tarde de este miércoles 6, en áreas del lobby del Docente 5, de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), estudiantes y profesores de nuestra casa de altos estudios, sostuvieron un diálogo ameno con este as de la psicología social.
Invitado por los muchachos de la Facultad 4, como parte de los proyectos socioculturales: “Amor a segunda vista” y “A contracorriente”, el profesor Calviño conversó con los presentes desde el tema del empoderamiento juvenil, temática bien polémica que generó un clima de interesante intercambio y que nos hizo reflexionar en torno a la imperiosa necesidad de revolucionar nuestras formas y proyecciones en el hacer social.
De manera anecdótica, Calviño, consiguió pintar en palabras la importancia de trabajar fuertemente en la edificación de una Cuba mucho más equitativa, humana y, revolucionariamente, transformadora; la valía del papel protagónico y preponderante que ha de tener la juventud en los cambios sociales. Conversó, además, sobre el futuro de nuestra nación y la figura de Martí como ejemplo de compromiso con la Patria, entre otros temas que, en un ambiente ameno, nos devolvieron una noche provechosa.
La comunicación, no es más que la manifestación del diálogo y esto, precisamente, pudo palparse en el lobby del Docente 5 que nunca antes se había descubierto, a sí mismo, tan lleno de entusiasmo. Definitivamente, al salir, muchos comentamos que, ciertamente: ¡Valió la pena!