El premio mayor: «El agradecimiento de los pacientes por las atenciones, y la satisfacción de haber sido útil»
«Humanidad», esa capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas, es como resume Javier González Vega la labor desempeñada en el Complejo Hospitalario UCI-MINSAP.
Este joven estudiante de esta casa de altos estudios que, en los cinco períodos que ya acumula en su haber como voluntario, se ha desempeñado en los roles de pantrista y estadístico, destaca el nivel de complejidad de cada uno de ellos y sobre este último dice «El estadístico es el responsable de garantizar que todas las cifras de la manzana estén actualizadas y ordenadas, esto sumado a la responsabilidad del proceso de ingresos, altas, traslados, y el control estricto del avituallamiento». Una vez más se demuestra que en los jóvenes se puede confiar, porque los jóvenes son el futuro de la revolución y el país.
«Esta experiencia ha sido para mí una reafirmación de los valores humanistas que creo cada persona debería tener. Ha sido un complemento para mi formación como profesional dentro de la Universidad y me enseñó a tratar con todo tipo de personas».
Y es que el día a día de un voluntario, en medio de esta pandemia, mantiene una dinámica desbordada de amor, pero también de sacrificio, compromiso y responsabilidad, que llevan a cada uno de ellos al límite de sus capacidades físicas y mentales con el afán de cumplir la honrosa tarea que hoy les impone la realidad sanitaria internacional, desde la aparición del nuevo coronavirus.
Y es que no terminan aquí las obligaciones de los voluntarios, cuando en medio de esta vorágine de trabajo deben continuar su superación como futuros ingenieros informáticos a través de las aulas virtuales y las clases a distancia «El curso en esta modalidad, es un reto para todos, y es una nueva experiencia. Sin embargo, lo he podido llevar bien de la mano junto a las tareas en las que me desempeño. Ello implica sacrificio, quizás de tiempo de ocio o de descanso, pero no ha sido difícil sobrellevarlo todo, al menos hasta ahora».
Un cúmulo de emociones, experiencias y anécdotas se llevan estos héroes a sus hogares, donde orgullosos los esperan familiares y amigos; sobre todas las cosas se llevan, a decir de Javier «(…) el agradecimiento de los pacientes por las atenciones, y la satisfacción de haber sido útil».