El futuro tiene que ser de hombres de ciencia
La satisfacción de recibir un título se convierte en uno de los principales objetivos después de que emprendemos los modos de superación a los que accedemos. La tarde de este martes fue la escogida para hacer la entrega, por parte de la dirección universitaria, de los documentos que distinguen como Másteres en Ciencias a un grupo de profesores de esta casa de altos estudios.
La Casona fue el sitio en el que se realizara el solemne acto presidido por la vicerrectora de Formación, Dr. Natalia Martínez Sánchez y el vicerrector de Investigaciones y Postgrado, Dr. Ángel Vega García, entre otros integrantes del Consejo de Dirección e invitados.
El momento tuvo apertura después de escuchar las notas de nuestro Himno Nacional, posteriormente llegaron las palabras introductorias en la voz de Alien García Hernández, quien nos situara en la necesidad de ganar científicos en estos tiempos algo en lo que, evidentemente, se gana cada vez más terreno.
En sus palabras, el Dr. Ángel Vega instó a continuar superándose y a hacerse eco, a cada uno de los presentes, de lo primordial que es para una universidad contar con un claustro de altos niveles científicos.
La singular juventud de este centro universitario lo convierte en una de las instituciones menos provistas de másteres y doctores, sin embargo, tal realidad debe cambiar y para ello se proyecta la dirección de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Impulsar esas formaciones en nuestros profesores depende, principalmente, de dos elementos: el primero es el interés, posibilidad y el propósito institucional y el segundo está definido por la capacidad, conciencia y entrega, ante este llamado, por parte del profesional. Cada uno debe convertir esta aspiración en personal y cargarla de toda la responsabilidad que merece. Estas fueron algunas de las reflexiones en las que se sumió el Vicerrector de investigaciones y Postgrado al mismo tiempo que se hacía portavoz de la felicitación que llegó por parte del Consejo de Dirección.
Reynaldo Rosado Roselló, decano de la Facultad 6, y uno de los lozanos másteres, culminó aquellos minutos sumándose a lo referido anteriormente por el Dr. Vega, alegando que la mejor manera de horrar al claustro y a la institución que posibilitó esta última formación, sería ascendiendo a doctores y en la constante preparación individual.