Con Tony Ávila en la UCI: de la guaracha a la reflexión
Sin dudas es creíble este músico cubano autodidacta. Desde su conexión con la realidad de la Isla y su confianza en los jóvenes, el joven matancero realza la dignidad del cubano, nos convida a los análisis y los cambios que contribuyan al país.
Así se nos apareció este lunes el trovador cubano Tony Ávila, quien sostuvo un diálogo franco con la comunidad universitaria, son y acordes entre manos. Y no pudo ser más confortador este encuentro entre jóvenes que organizó el Proyecto sociocultural “A contracorriente” y la UJC de la Facultad 4.
Antonio Ávila Bacas, conocido artísticamente como Tony Ávila, acercó a los jóvenes a variadas temáticas sociales de Cuba. Con esa simpatía popular, sobre todo por su verbo revolucionario, valiente y elegante, interpretó algunos temas. Entre ellos Científicamente negro, La casa o la parodia de la cucaracha Vida artificial. El artista disertó sobre la trascendencia de Faustino Oramas, El guayabero.
Canciones de amor como Por verte feliz, guarachas como Censuricidio y El fruto, también acompañaron su repertorio.
“Hago las canciones con toda responsabilidad y sentido del deber”, afirmó el compositor e intérprete. Muchas son crónicas sociales de nuestro país, agregó. Cuba es, comparó, como una mesa redonda donde la gente se cuestiona todos los días la realidad”.
Si algo me dejó claro el autor de La choza de Chicha y El Timbiriche –muy aclamada y coreada- fue la responsabilidad que tenemos en la nación, incluidos los medios de comunicación, de reflejar tanto la realidad cubana como de formar a sus generaciones en la apreciación de la cultura con discernimiento de lo comercial. El también licenciado en Filosofía e Historia reiteró la idea de participación de todos en el rescate de los valores morales y éticos en nuestra sociedad y el combate a la doble moral.
El análisis permitió además encontrarnos con la sensibilidad que despierta la canción dedicada a su madre. Y no pocos en ese instante debieron apartar la mirada de las cuerdas para no dejar posadas algunas “gotas” en el árbol más cercano. Pero a cada rato rondó la risa, el aplauso, el baile, la dignidad y la certeza de esta Revolución, con sus errores.
“Estudien, supérense a sí mismos, intenten llegar al final, la Revolución también les pertenece. Cuiden a este país desde su aprendizaje. Está en sus manos que no se nos acabe. A Cuba hay que mirarla y quererla, desde adentro”. Expresó con la mano sosteniendo el pecho, el trovador Tony Ávila, en mensaje a los universitarios de esta casa de altos estudios.