ACM-ICPC: La hora del engranaje
La programación competitiva semeja el funcionamiento de un reloj.
Una hora en la resolución de un ejercicio, quizás represente un amasijo de cálculos interminables para un espectador. Para los jóvenes programadores del Caribe que se ven las caras regularmente en esta Universidad, probablemente sea todo lo contrario.
Cada minuto para los muchachos (as) adquiere un valor como de muerte súbita. Exige administración, eficiencia, seguridad y sincronización.
En cada postura y rostro de nuestros educandos a lo mejor pueda advertirse cuánto de habilidad y concordancia existen entre ellos hasta dar con la respuesta correcta.
Este sábado durante el concurso real de la décima edición del Campamento Caribeño de Entrenamiento para el ACM-ICPC, con sede en la UCI, llegó la hora del engranaje con destino a China. Los invito a descifrar en las imágenes esa vida que crece.