Nanotecnología, cultura y sociedad en foro brasileño de intelectuales
(Brasil). El físico nuclear Fidel Antonio Castro Smirnov afirmó hoy aquí que la nanotecnología -la tecnología fundamental del siglo 21- ha provocado una revolución en los campos del pensamiento, la ciencia y la sociedad.
"La nanotecnología también puede considerarse como una convergencia de diferentes conocimientos y tecnologías que nos permiten explorar y entender el nanomundo y obtener provecho de este conocimiento", aseveró Castro Smirnov.
A lo largo de la última década la Nanociencia y la Nanotecnología se convirtieron de unas ramas científico-tecnológicas emergentes restringidas al ámbito de la investigación y cargadas de espectaculares promesas, en unas de las principales líneas temáticas de la investigación realizada en los países más avanzados, aseguró.
Castro Smirnov presentó la ponencia Nanotecnología, Cultura y Sociedad: Ética y Desarrollo Sostenible, en el panel Ciencia como paradigma de cultura?, en el IX Encuentro internacional de intelectuales y artistas en defensa de la humanidad, que se desarrolla en esta ciudad.
Destacó que en estos momentos asistimos a un nuevo proceso de convergencia tecnológica en el que se están aglutinando conocimientos y metodologías provenientes de la nanotecnología, la biotecnología, las omnipresentes tecnologías de la información y telecomunicaciones y las llamadas ciencias cognitivas, que incluyen las neurociencias.
No hay duda de que su carácter multidisciplinar va a conducir a un fuerte impacto en la sociedad, debido a sus múltiples frentes de aplicación, vaticinó Castro Smirnov, quien es profesor de la Universidad cubana de las Ciencias Informáticas.
Añadió que las técnicas y procesos de nanoescala se perfilan como un tsunami tecnológico, y su turbulencia tiene serias implicaciones sociales, especialmente en el Sur, en un mundo donde prevalecen la privatización de la ciencia y la concentración corporativa sin precedentes.
Apuntó que hay quienes predicen que la nanotecnología detonará una utopía económica y cultural de abundancia material, desarrollo sustentable y ganancias, así como será un gran aliado para impulsar el desarrollo sostenible, proporcionando herramientas que garanticen la habitabilidad de este frágil planeta.
Ello, precisó, porque podrá influir en el almacenamiento, producción y conversión de energía; tratamiento y descontaminación del agua y de la atmósfera; diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, administración de fármacos y monitoreo de la salud.
Asimismo, prosiguió, mejora la producción agrícola, las tecnologías de la alimentación y el control de plagas, y brindará nuevos materiales para el transporte y la construcción, entre otras.
La naturaleza altamente interconectada de los avances experimentados por la nanotecnología aumenta la importancia de que exista una amplia comunicación de las ideas más recientes de la ciencia: solo así se generalizarán conocimientos necesarios para avanzar hacia objetivos compartidos, subrayó Castro Smirnov.
Señaló que la sociedad debe identificar a la ciencia entre sus valores culturales, pues así conseguirá evitar que minorías poderosas sigan utilizando el conocimiento en su contra.
Resaltó que la ciencia no termina en las tecnologías que surgen de su desarrollo, es también la única vía para resolver este problema al proveer educación racional a todos los ciudadanos.
Puntualizó que no existe camino más democrático para borrar las desigualdades sociales que el que pasa por una adecuada educación de base que incluya a la ciencia.
El IX Encuentro internacional concluyó hoy en el espacio Tom Jobim, del Jardín Botánico de Río de Janeiro, dos días de debates sobre el tema Cultura y Sostenibilidad, a propósito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20, que comienza la semana entrante.