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La vicedecana de Extensión Universitaria y Residencia de la Facultad de Tecnologías Educativas (FTE), es miembro del Comité Primario de la UJC de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), y mereció el pasado curso escolar el Premio del Rector en la categoría de Profesora joven más destacada.

Por sus méritos, el periódico Mella reconoce a la Lic. Zaidanys Rodríguez Valle y con ello, rinde tributo a los educadores cubanos, especialmente a los de la UCI, en su día, que se conmemora cada 22 de diciembre, coincidiendo con la fecha en que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz declaró a Cuba territorio libre de analfabetismo, en el año 1961.

En el 2015 se graduó de Licenciatura en Matemáticas en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas. Ha impartido las asignaturas de Álgebra Lineal, y Matemática I y II. Acerca de su decisión de dar clases, nos cuenta:

“Creo que ni siquiera decidí por esta profesión, más bien ella me escogió a mí. Desde pequeña, observando a mi madre, quien también por muchos años ejerció como profesora, me enamoré de lo que ella hacía; pero sobre todo me encantaban aquellos momentos en que caminábamos por la calle, se acercaba uno de sus alumnos y con tanto amor le decían: ‘¿profe, usted se acuerda de mí?’, y se podía observar el agradecimiento en sus ojos. Esos momentos fueron decisivos para que tomara el camino del magisterio, que me ha aportado mucha satisfacción”.

Zaidanys asegura que se puede ser profesor y superarse al mismo tiempo, pues lejos de representar una contradicción, es una necesidad, porque son los estudiantes los que hacen que surja esa motivación por la superación constante, tanto científica como docente. “Son ellos los que imponen nuevos retos cada día en el aula, los que te hacen desear estar a su altura y ayudarlos a crecer”, argumenta y añade:

“Para mí siempre ha sido un reto la superación, no me conformo, siempre quiero saber más, para luego en el aula trasmitirlo a mis estudiantes y que más que una clase de matemáticas, lo que imparta sea una clase para la vida”.

Su respuesta a nuestra interrogante: ¿Cómo ha sido posible ser la profesora joven más destacada?, muestra a la revolucionaria de estos tiempos: “Con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Bastan las ganas de querer hacer las cosas bien para que surjan resultados como este”.

Se impuso dialogar sobre lo que representa en lo personal ser educador, retos y consejos a quienes se incorporan a la docencia. La sencillez primó en su conversación y supimos que la Lic. Zaidanys Rodríguez Valle, no se imagina ejerciendo otra profesión que no sea el magisterio y aconseja que para ser un buen educador hay que tener “paciencia, mucha paciencia; además de estar dispuestos a cada día aprender algo nuevo. Nunca conformarse, eso es lo que impulsa la superación”.

Su mensaje final es inequívoco: “A los nuevos colegas, decirles solo que esto es una labor de mucho amor, y aunque muchas veces nos saquen de quicio, nos agoten y puedan incluso llevarnos muy cerca del cansancio, todo se olvida en el momento preciso en que alguno de ellos dice: ‘Cuando me gradúe quiero ser como usted’”.

Los miles de maestros formados por la Revolución, con su heroísmo cotidiano, están presentes en los más recónditos rincones y tienen en sus manos la formación de las nuevas generaciones, por eso deben ser reconocidos por todos los miembros de nuestra sociedad.

¿Quién no recuerda con gratitud y admiración a maestros y profesores que los ayudaron a convertirse en buenos ciudadanos, trabajadores, profesionales, intelectuales o científicos, cuyo ejemplo y enseñanzas recordaremos siempre y hacia los cuales sentimos un profundo agradecimiento?

Con el homenaje a nuestros educadores, rendimos también merecido tributo a nuestro querido Fidel, fiel continuador del pensamiento pedagógico de José Martí, que ejerció un magisterio a escala social rebasando los marcos de nuestra Patria y fue capaz de engendrar profundos sentimientos solidarios hacia otros pueblos hermanos.