Necesaria asesoría del Departamento de Bienestar Universitario
El 12 de febrero de 2016 se inauguró el Departamento de Bienestar Universitario (DBU) de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), que radica en el Centro Cultural de esta casa de altos estudios, formando parte de la promoción del Ministerio de Salud Pública para la implementación de programas de carácter preventivo, de forma priorizada en todas las instituciones.
Entre sus funciones se encuentran la prevención en la comunidad de adicciones como tabaquismo, alcoholismo, VIH-Sida, tuberculosis y consumo de drogas, así como la atención de discapacitados, mediante diferentes acciones centradas en las necesidades psicoeducativas, considerando las particularidades de los jóvenes, por ser una etapa de la vida en donde comienza generalmente el debut del consumo de estas sustancias.
Dicho Departamento está subordinado a la Dirección de Extensión Universitaria, y ha destacado, en el año de creado, su atención a los vicedecanatos de Extensión. Para conocer la labor en estos, el Periódico Mella entrevistó a dos vicedecanos: la MsC. Geidis Sánchez Michel, de la Facultad 1, y el Ing. Eliober Cleger Despaigne, de la 3. Ambos coinciden en los beneficios reportados.
Para ellos, el Departamento de Bienestar Universitario, aunque muy joven, ha servido como asesoramiento metodológico mediante conferencias y talleres de preparación con los profesores guías y principales. Esta capacitación es útil a la hora de identificar los factores de riesgo de mayor incidencia de la población joven, incluyendo la ciberadicción, que en otras universidades presenta menos incidencias.
Todos los años se efectúan diagnósticos y el último tuvo más calidad, al contar con las guías metodológicas confeccionadas por el DBU que ha permitido una evaluación más certera para identificar a los estudiantes que pueden presentar problemas de salud, sicológicos o sociales, que afenten su desarrollo en el proceso docente educativo.
Concretamente, los profesores identifican los antecedentes y mediante ese Departamento y sus especialistas se conciertan citas para que los estudiantes sean atendidos por la pedagoga y la sicóloga, en los horarios establecidos: la atención para consultas y orientación son los jueves de 2:00 a 5:00 p.m. y los viernes, de 8:30 a.m. a 5:00 p.m.. La Asesoría Psicopedagógica se realiza los martes entre las 2:00 y 5:00 p.m.
Los vicedecanos ponen el ejemplo de estudiantes que han decidido irse de la UCI por alguna situación que presentan en el seno familiar o personal y gracias a la ayuda oportuna permanecen en el centro, permitiendo que la retención escolar no disminuya.
También la valoración sicológica sirve para adoptar medidas disciplinarias más justas, y poder otorgar licencias, aceptar repeticiones y dar mejor seguimiento en la atención a esos estudiantes.
Según opinan, el DBU es necesario y productivo porque anteriormente había que acudir a un policlínico externo y poder atenderlos, aquí es una ventaja. Hay buena comunicación, lo que ha ayudado a enriquecer la estrategia educativa. Ambas estructuras buscan herramientas para lograr la atención de la mayor cantidad de estudiantes posibles. El proceso es de total acompañamiento.
En el caso de la Facultad 3, nos cuenta Eliober que han atendido dos casos críticos, pero se han consultado otros, manteniendo la ética profesional de no divulgación.
Asimismo, el portal Dragones tiene una sección llamada ConVivencias, que es un medio para poder orientar y llegar hasta la comunidad universitaria y al mismo tiempo realizar una labor preventiva al tratar diferentes temas dirigidos a alentar, alertar, compartir estudios sobre el desarrollo profesional, la interacción humana y dar buenos consejos con vistas a mejorar el estrés en los espacios de trabajo y estudio.
El propósito del Departamento es contribuir a la formación integral, al mejoramiento de los procesos académicos y laborales, establecer relaciones con entidades foráneas que favorezcan la realización de proyectos encaminados al bienestar universitario, y contribuir al mejoramiento permanente de las condiciones ambientales, físicas y psíquicas mediante programas individuales y colectivos con el objetivo de un buen desempeño académico.