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Donar sangre, en especial homenaje al Héroe Nacional de Cuba José Julián Martí y Pérez, fue el impulso que reunió esta mañana a una representación de nuestra Universidad en el Policlínico Ernesto Guevara de la Serna.

Hay alegría en los semblantes de cada donante voluntario. Saben el valor de lo que han dado por los demás. 

Y es que cuando alguien desde su posición de acostado y brazo extendido para entregar su gota de sangre, expresa agrado por lo que hace, por mucho que se escuche, no deja de contagiar. Tales gestos van como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Sobre todo, transfieren muchos deseos de hacer, de imitar. Esos son los frutos de las virtudes sembradas de antaño. 

Quizás esa fue la seguridad que transmitió una de esas personas sin medallas visibles, pero inolvidables en esta jornada “Yo sé que mi sangre va a llegar a alguien necesitado”. 

A dos días de conmemorarse el Aniversario 170 del natalicio de Martí, la Universidad de las Ciencias Informáticas perpetúa y pone por obra el legado del Apóstol, desde el empeño de preservar una vida con solo un acto de altruismo.