“Fiesta de la cultura cubana: alma y escudo de la Nación”
Octubre es un mes simbólico, se recuerdan dos importantes acontecimientos históricos y culturales: el inicio de las guerras de independencia y el Día la Cultura Cubana. Ambas efemérides están estrechamente relacionadas: la primera nos recuerda el 10 de Octubre de 1868, momento cumbre de la historia de nuestro país, cuyo llamado fue el grito de independencia en La Damajagua, hecho que constituyó el preludio de la toma de Bayamo por las tropas mambisas al mando de Carlos Manuel de Céspedes el 20 de octubre de 1868, momento en que se llamaba al combate y se exaltaba el sentimiento patrio.
En la algarabía de la toma de Bayamo, Pedro Perucho Figueredo Cisneros, sobre la montura de su caballo y a petición del pueblo allí reunido, escribió las letras del Himno “La Bayamesa”, como originalmente se le llamó, por haber sido compuesto y tocado por primera vez en Bayamo.
Al combate corred, bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa
¡que morir por la patria es vivir!
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumido;
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!
No temáis los feroces íberos
son cobardes cual todo tirano,
no resisten al bravo cubano
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre!, ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes,
contempladlos a ellos caídos
por cobardes huyeron vencidos
por valientes sabremos triunfar.
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido,
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!
Estas son las estrofas originales del Himno de Bayamo, conocida como una marcha guerrera, patriótica, que significó la forja de la nación cubana, símbolo y testimonio de la lucha llevada a cabo por los mambises para librarse del dominio de los españoles, y a las que José Martí le dedicó con sus sublimes y precisas palabras en el periódico Patria, con fecha del 25 de agosto de 1892, bajo el título “La Bayamesa, Himno Revolucionario Cubano, de Pedro Figueredo”.
«Patria publica hoy, para que lo entonen todos los labios y lo guarden todos los hogares; para que corran de pena y de amor, las lágrimas de los que lo oyeron en el combate sublime por primera vez. Para que espolee la sangre en las venas juveniles, el himno a cuyos acordes, en la hora más bella y solemne de nuestra patria, se alzó el decoro dormido en el pecho de los hombres. ¡Todavía se tiembla de recordar aquella escena maravillosa!»
Y, como expresara el Maestro, la letra del himno de guerra y de victoria fue copiada de mano en mano y se cantó por primera vez por todos los que asistían al ilustre momento, marcando definitivamente el nacimiento de la identidad y rebeldía de una nación. Aquel 20 de octubre de 1868 se unieron música, poesía, arte y revolución, y del histórico momento en Bayamo quedó fusionada la cultura y la nación cubana, amante de la independencia que es hoy Cuba.
Para recordar ese acontecimiento, el 20 de octubre se declaró Día de la Cultura Cubana, por Decreto Nº 74 Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, con fecha del 22 de agosto de 1980. Por esa causa, cada año constituye una fiesta nacional la Jornada por la Cultura Cubana, celebrada en Bayamo con el nombre “Fiesta de la Cubanía”, sugerido por Armando Hart Dávalos en el año 1994.
El evento se desarrolla en la ciudad Cuna de la Nacionalidad Cubana, y aglutina en los participantes, el orgullo de ser cubanos y el deber de defender la identidad y la cultura nacional, a través de la exposición de investigaciones y resultados científicos en el evento teórico: “Crisol de la Nacionalidad”, exaltando lo más representativo del desarrollo histórico y sociocultural de la Isla, desde sus raíces hasta la actualidad, expresadas en la creación, enriquecimiento y crecimiento espiritual, imbricando conocimientos, saberes, a través de este encuentro de la intelectualidad cubana, que propician, el diálogo, el debate, discusiones científicas, con intenciones marcadas en la historiografía y las ciencias sociales con la finalidad de tributar a la defensa y afianzamiento de la identidad y la cultura nacional cubana.