Desde el sambódromo da Marqués de Sapucaí hasta la UCI
Quizás no sea necesario viajar hasta el Gigante Sudamericano, para disfrutar de los movimientos exuberantes y pasos saltados de su samba.
Menos correr el riesgo de atravesar la Amazonia brasileña, para contemplar su variada flora y fauna.
Y es que los artistas aficionados de la Facultad 3, nos regalaron en la noche de su Festival, un Río de Janeiro desde una dimensión muy artística, florklórica, ambiental e histórica.
Un recorrido por diversos géneros musicales y danzarios que le permitieron al público viajar por diversos continentes.
Pudimos viajar a España y disfrutar de sus pasodobles de toreros y flamencos, luego a México con sus mariachis.
También recorrimos varias tierras del Caribe, pero en cada viaje hicimos una provechosa escala en Cuba. La Habana nos abrió sus puertas y fuimos recibidos por sus encantadoras damiselas.
Aquí no faltaron los boleros, la conga, ni los bailes contemporáneos, pudimos apreciar una rica mezcolanza de géneros musicales y rítmicos que distinguen a los cubanos.
De Río conocimos parte de su idiosincrasia, también la capoeira, danza de combate que simboliza al arte marcial afrobrasileño. Pero sin dudas, la samba resultó ser la culpable de este contagio artístico de la Facultad 3 en su Río de Janeiro.
Desde mi punto de vista una interesante escenografía y puesta en escena bien pensada, acorde con su leitmotiv.
A pesar de los problemas técnicos con el audio, los artistas supieron imponer el buen arte y dominio de sus técnicas artísticas.
Cada Festival es un nuevo encuentro con el talento universitario, un reconocimiento a la combinación de los estudios, el arte, las motivaciones y voluntades de los estudiantes.