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El tabaquismo afecta a todos sin distinción de sexo y edad, sean fumadores activos o no.

Bienestar universitario vs tabaquismo

Nancy Pérez Medina |
16 de Junio de 2016 / 11:47 am

El tabaquismo afecta a todos sin distinción de sexo y edad, sean fumadores activos o no.

El Departamento de Bienestar Universitario de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) organizó este miércoles 15 de junio, la conferencia que, sobre temas de interés social realiza cada mes. La oportunidad fue propicia para que el Dr. Omniel Matos Quesada, especialista de primer grado en Medicina Interna y profesor de la Facultad Finlay-Albarrán de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, disertara sobre enfermedades y trastornos de salud asociados con el tabaquismo.

El clínico, con más de dos décadas de experiencias atendiendo las consecuencias que traen el hábito de fumar y que actualmente labora en el Hospital Militar Carlos J. Finlay, del municipio capitalino de Marianao, informó a los presentes que cada día se fuma más, y el número de mujeres que lo hacen también ha aumentado. Un tercio de la población mundial mayor de 14 años, es adicta a esa droga con más de 4 mil sustancias químicas; la gran mayoría de ella vive en países en desarrollo.

Matos Quesada dijo que se estima que en el 2025 la cantidad de personas con ese síndrome de dependencia física y sicológica será superior a los 600 millones, todos con riesgo potencial de padecer enfermedades respiratorias y bucodentales, cáncer, úlceras, gastritis, diabetes, afectaciones en el sistema nervioso, osteoporosis, alteraciones en los lípidos, cataratas y Alzheimer, entre otras.

En el mundo fallece un fumador cada 8 segundos y cada mil muertes, 150 son a causa del tabaco. En nuestro país cada día pierden la vida como promedio 36 cubanos, la mayoría por cáncer de pulmón o infarto.

En la conferencia se alertó sobre el gran problema mundial que existe para los fumadores pasivos, ya que cada hora expuestos al humo ajeno equivale a fumarse tres cigarrillos. Un niño que convive con ambos progenitores con el hábito, es como si se fumara 80 cigarros al año; si solo uno de los padres fuma, el equivalente sería de 50.

En los debates salió a relucir el ejemplo que debe dar el personal de la Salud Pública, el daño que igualmente hacen el cigarro y el tabaco. El fumar da sensación de bienestar, es placentero. El que deja de fumar, se calcula que tarda entre 10 y 15 años para recuperar su estado normal, y hay daños que no se recuperan nunca, como el carcinoma.

Para concluir, Susel García Cedeño, jefa del Departamento de Bienestar Universitario en la UCI, recordó que nuestra población es heterogénea, que hay cerca de 200 niños de diferentes edades, el promedio de edad general es de 34 años y existen muchos fumadores, algunos que tienen el hábito de hacerlo ocasionalmente, ¿en este último caso, hace el mismo daño?

El especialista en Primer Grado en Medicina Interna respondió que la frecuencia con que va a aparecer el daño es menor, pero cuando ocurre va a ser igual de perjudicial; además, esos fumadores sociales, a la larga se van a “enganchar”, y aun conociendo todos los riesgos el fumador continúa con el vicio, porque es una adicción, por eso es mejor no empezar, aunque nunca es tarde para dejarlo, concluyó.