Quien resbale, pierde
Son las cinco y cincuenta y seis de la tarde y la Maestra Fide Yoana González Ochoa juega la cuarta ronda del Campeonato Nacional de Ajedrez. Su rival, Olivia Zaldívar Pino, de la Universidad de Camagüey, sigue el ritmo de cada movimiento y de cada anotación de Yoana. Las piezas blancas pudieran hacerla invicta en la jornada de este martes, pero ahora, precisamente ahora, depende del tiempo y de un tablero de cuadros verdes y blancos.
Pareciera que los ojos adivinan el pensamiento de Olivia. Yoana lleva los dedos a la boca, suspira como si fuera la única solución. Mueve el Rey para F2. Alrededor nadie habla, nadie se mira porque Yoana roba mucha atención. Toca el reloj. El tiempo de la jugada no avanza. Espera. Han pasado ya tres horas y siete minutos del inicio, pero la joven de la UCI siente que hoy pudiera ser un buen día. Vira la hoja y anota otra jugada. Olivia, su contrincante, mueve la T7 y lleva las manos al rostro. De repente se saludan. Nadie lo esperaba, pero a las seis y 11 minutos de la tarde, Yoana ofrece tablas y su oponente acepta el pacto, la división, el final.
“La apertura fue una defensa karo-cann, yo iba con blancas. Le hago una jugada que tenía estudiada, pero hoy se me olvidó algo. Le entrego un peón en la apertura y ella se defiende. Después lo recupero, pero ya era complicado recobrar el partido. Le propongo tablas y ella acepta, rápidamente.”
Sobre las expectativas de los próximos tres días, Yoana cuenta que la idea es mantenerse en primer lugar “pero hay varias Maestras Fide con renombre nacional. Todavía no hay nada decidido, faltan tres partidas y quien resbale se queda. Mañana puede que se decida el torneo.”
Durante el juego, a la memoria de Yoana arribaron algunas ideas que luego nos contó sonriendo. “Cuando salí de la apertura me molesté conmigo misma por no haberme acordado bien de la jugada. Después de eso pensé en igualar la posición a toda costa. Buscar recursos para recuperar el peón que le había entregado. Al final lo conseguí pero la única solución era proponer tablas.”
“La partida más difícil será la de este miércoles. Juego con piezas negras frente a la Maestra, primer ELO del torneo, Yaniela Forgas. Estas competencias, como son tan cortas, determinan que la que pierda una sola vez no gane la medalla de oro.”
La estudiante de la UCI juega el ajedrez desde los cinco años de edad cuando su abuela le enseñó un tablero para calmar su intranquilidad. Quizás, aquel día fue cuando encontró en el alfil una preferencia especial respecto de las demás piezas, y quizás ella misma no sabía que ahora estaría entre las mejores jugadoras de la Isla. “Me gustan las posiciones de ataque, en las que tenga compensación, pero prefiero el juego sencillo tipo Capablanca en que una jugada defina una partida, lo cual exige conocer ajedrez para poder realizarla.”
- Pero, ¿qué calidad tiene, actualmente, el ajedrez universitario en Cuba?
- Realmente es muy fuerte. La mayoría de la elite cubana es universitaria. Pero existen elementos que impiden la presencia de los jugadores de puntas en certámenes como estos. A veces no llegan por falta de ELO y otras veces porque los competidores tienen compromisos internacionales que les coinciden con este torneo, además, el sistema de clasificación para este campeonato es complejo porque hay que eliminarse. Creo que hace falta modificar las coincidencias porque entonces jugaremos algunas figuras y otras, muy importantes, nunca las veremos en competencias.