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Creo que si no comunico me muero...

Tania García Torres |
21 de Enero de 2013 / 3:03 pm

Liuris Rodríguez Castilla ha sido distinguida dos veces con el Sello Forjadores del Futuro en esta Universidad.

Su colaboración en proyectos de aplicaciones informáticas y los artículos científicos que ha publicado, también en revistas,  constituyen aportes que avalan su creación y desempeño en el orden académico.

Esta joven inquieta en el 2012 presentó un software para la gestión de los calificadores de cargos de recursos humanos en una empresa.  

“Es una pequeña herramienta –explica- que te ayuda a localizar rápidamente todas las características de un cargo en cualquier centro laboral, según todas las resoluciones emitidas para los calificadores”.

Rodríguez Castilla revela que mucho antes de graduarse de Licenciatura de Información Científico Técnica y Bibliotecología en la facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el 2003, dedicaba su tiempo a la indagación sobre estos temas, ya en la universidad presentaba trabajos en eventos y en jornadas.

“Pero lo tomé más en serio a partir de mi graduación”, manifiesta.

Esta profesora de la Facultad 1, quien trabaja en el Centro de Informatización Universitaria (CENIA) en el Departamento Digital, posee el título de Máster en Gestión de Proyectos Informáticos de la UCI en el 2007 y fue Premio del Rector en ese mismo año.

Cada poro de Liuris, sin dudas, inyecta dinamismo. Quizás por ello, considera que su quehacer creativo, “sale sobre la marcha de trabajo diario” y no llega como un empeño, precisamente.

Creo que uno publica desde que comunica, hablando, dando clases y eso es además algo que llevo en la profesión ¿cuándo has visto una bibliotecaria silenciosa? Creo que si no comunico me muero de hambre.”

Me gusta socializar lo que hago, diseminarlo –confiesa– y si le es útil a los demás mejor porque siempre uno puede compartir lo poco que sabe y retroalimentarse de los demás.

 “A mí me encanta conocer gente, hacer relaciones, compartir e intercambiar conocimientos, aprender de los demás y dar mi granito.  Ya en la vida más académica o científica, publicar requiere más limpieza, otro lenguaje, otro público. Pero solo es adaptarse al entorno.”

Modesta al fin, a Liuris no le gusta que la “eleven”. Sin embargo, su desvelo por ofrecer lo que sabe, a cambio de ningún favor, me recuerda al Apóstol, cuando en diciembre de 1881 se refería a la virtud.

Decía Martí:

“(…) por el asiduo estudio, el honrado propósito, la consagración real y dolorosa, alcanzan los hombres los puestos a que en la estima pública les dan derecho sus merecimientos.”

-¿Qué incentiva a Liuris y qué la desmotiva?
– Lo que más me incentiva son los retos de seguir aprendiendo y poder ayudar a los demás en lo que mis modestos conocimientos puedan aportarles, pero siempre con la garantía de que yo también gestiono el conocimiento de los demás.

“La desmotivación puede ser sinónimo de obstáculo en algún momento y yo siempre busco la vía de cruzarlos por difícil que sean.

“Ahora, por ejemplo, se me ha hecho difícil lo del doctorado. Hay pocas ofertas de doctorados curriculares de mi especialidad y eso a veces desanima, pero hay que insistir que con persistencia todo se logra.”

–Imagino que te sientas feliz, ¿qué sugieres a los jóvenes estudiantes?

-Que no trabajen en función de que los demás les reconozcan su trabajo. Que solo trabajen, satisfaciéndose a uno mismo con lo que más le guste.

“Cuando algo que haces te gusta, todo se logra porque ya le pones empeño para que salga bien. Si el trabajo es reconocido, mejor.

“Los demás te dan seguridad de que vas por buen camino. Y si no es reconocido, piensa que te sentiste bien haciéndolo o aportando algo.”

–En una palabra ¿cómo te sentiste al recibir el Sello Forjadores del Futuro?

-Útil